Antes que nada reciban un saludo cordial y afectuoso saludo desde el movimiento obrero del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y en especial del departamento operativo de Líneas Aéreas Pantitlán.

A 75 días de comenzar una de las manifestaciones de protesta más extremas que se pueden dar en el ámbito de los movimientos sociales, la Huelga de Hambre de nuestros compañeros electricistas que se Mantiene en el Zócalo de la Ciudad de México, ha sido desvalorada, desprestigiada, minimizada y hasta cierto punto obviada por todos los medios de comunicación de nuestro país. Compañeros que se mantienen ante las inclemencias del tiempo en un estado crítico y que sólo ingieren suero, agua y miel como sustento para sus órganos vitales como el cerebro que según los doctores, se debe alimentar con 120 gr de glucosa diaria. Este tipo de manifestaciones atraen las miradas de periodistas de todo el mundo y se llegan a crear tensiones diplomáticas a escala internacional, por ejemplo el caso de la Sahauri Aminatu Haidar que provocó tensiones entre España y Marruecos por la negativa de reconocimiento de éste segundo a la protestante, o el caso famoso del cubano disidente Guillermo Fariñas que hizo que el gobierno Mexicano se rasgara las vestiduras y creara un conflicto protagónico contra el régimen de Cuba.

Entonces por qué a más de 75 días pareciera que lo que hace el "mexicano" no tiene repercusiones ni nacionales. Tanto es el odio a los trabajadores que ni la audiencia para defenderse fue concedida y que el bloqueo y cerco informativo sea tan recalcitrante que lleve a montar una posición fascista hasta en los mismos empleadores del centro del país que no permiten la reinserción laboral de los electricistas argumentando que es una disposición oficial: "no se contratan ex-trabajadores de Luz y Fuerza del Centro".

La pasividad de la cual la sociedad ha sido sustraída de la terrible y estrepitosa realidad en la que estamos inmersos, ha sido apabullante, a tal grado que cierta parte de la población refleja su frustración y se regocija de uno de los acontecimientos más negativos no sólo de la historia de los sindicatos ni de la organización de los trabajadores, sino de la historia contemporánea más reciente, por el solo hecho de haber despedido injustificadamente a mas de 44 500 obreros que mantenían un bastión solidificado de la ya casi extinta clase media.

Los poderes de la federación no sólo demuestran ante toda la sociedad la forma más nefasta de acabar con los logros que se obtuvieron a base de lucha, organización, debate, análisis y de negociaciones por más de 95 años, no sólo del SME, sino de todos los agremiados a organizaciones, frentes y confederaciones sindicales. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, el día 5 de Julio de este año, no sólo aprueba la extinción de Luz Y Fuerza del Centro y el despido en masa de todos sus trabajadores, con esta resolución que cabe mencionar la deliberaron en 3 hrs. y media, sientan las bases y otorgan facultades no vistas al menos en los últimos 30 años al presidente de la República para extinguir, desaparecer, liquidar y suprimir cualquier institución pública que no este a fin al programa sexenal impuesto.

Desde aqui se hace el llamado a todos los receptores de este mensaje, a Luz y Fuerza del Centro la extinguieron de una pluma de un día a otro por ser considerada un lastre a la economía nacional y por representar un problema hasta de seguridad nacional según la Secretaría de Energía presidida por Georgina Kesell. Recordemos y para poner un solo ejemplo, aquí lo importante; la UNAM tiene un presupuesto federal anual a 20 mil millones de pesos aproximadamente y más del 80% son para pagar a los trabajadores que laboran en ella. Si no vemos esto como una advertencia clara de la desaparición de todos los beneficios de las instituciones públicas bien dirigidas, estaremos cayendo a ser simples observadores y espectadores de nuestra propia desgracia.

Por su fina y atenta comprensión Gracias.

Saludos a todos

Por favor reenvíalo, no como una cadena obsoleta sino como una advertencia para reflexionar