Día tras día tras día me levanto, no puedo hacer más que pensar en todos aquellos que no tienen nada para comer, y los que sufren de hambre, y enfermedad, los que mueren por salir a divertirse, los que mueren por salir al trabajo, todos, pobres de esos que han sido victimas de este país que algunos chupan como viles sanguijuelas, peor aun no puedo dejar de pensar en aquellos que aun creen en la salvación de este país desangrado, en esos hombres y mujeres que para demostrar su inconformidad han dejado de comer, no puedo dejar de verlos como los nuevos héroes de mi patria, de mi país que veo día tras día con tristeza y melancolía, ¿Qué es lo que nos han hecho? me pregunto con coraje, con tristeza, ¿Acaso todo esta perdido? La educación podrida, la vida arruinada, ¿Será que la única solución es salir huyendo y gritar “sálvese quien pueda”?.

Sí lo pensé. Pero las cosas han cambiado.

Hoy he despertado, y he sentido en mi alma la chispa de la rebelión, he visto esos hombres que han sobrevivido sin comer, he visto sus miradas hacia el cielo, buscando y pidiendo una solución, he leído la desesperación en su mirada, la tristeza, el enojo, he conocido muchos sentimientos, y entre ellos, la admiración por todos, el orgullo de saber que aún existen los sueños, el orgullo de saber que no todo tiene que estar arruinado, descubrí finalmente, que existen hombre y mujeres valientes, dispuestos ha dar la vida por su país, al igual que me lo contara un libro de historia.

Hoy dirigir mis letras, a los hombres y mujeres que forman parte de ésta lucha, hoy, sé que no es suficiente decirles que no se den por vencidos por que no están solos, es por ello, que hoy me he decidido a decirles algo más que eso.

La admiración que siento hacia ustedes, no sólo se basa en llevar casi 50 días sin comer, no es sólo eso, los admiro porque a pesar de estar en un país desangrado por aquellos sedientos de poder, no han desistido en su lucha, siguen aquí, dándolo todo, los admiro por que he sido parte de los miles de jóvenes que carecían de esperanza, pero el verlos a ustedes llenos de fuerza, me ha hecho ver que no todo está perdido, que sí se pueden cambiar las cosas, he comenzado a entender finalmente, el por qué de la historia de mi patria, por qué se hicieron esas cosas, y por qué de ser necesario, volverían a suceder.

Hoy manifiesto mi agradecimiento a todos los huelguistas, mi admiración y gratitud son por completo de ustedes, porque les aseguro que lo que han echo ustedes, a sido y será por siempre una acción heroica, que marcara la historia, y que además, salvara a la juventud de este país.

Gracias una ves más, por haberme abierto los ojos, se que un futuro no muy lejano, cuando sea necesario luchar, jóvenes como yo estaremos hay, porque el ejemplo de dignidad y valentía que han dejado en mi espíritu, se a quedado grabado profundamente y corre por toda la sangre de mis venas.

Animo a todos los huelguistas, que su lucha no es ni será en vano. Visualicen la victoria, la meta que ustedes se marcaron pero no ignoren los otros logros que esta lucha nos a dejado.

Gracias por el esfuerzo y por ser ahora los que luchan por todo un país sumido en la desconfianza.

Desde el corazón de México, “Zócalo capitalino” jun- 2010.