Bien dicen que en política se comete un error y lo demás son consecuenciasel grave error del presidente Felipe Calderón de dejar sin empleo a 44 mil trabajadores con la extinción de Luz y Fuerza del Centro sigue teniendo repercusiones políticas, económicas y sociales, que significan un flanco más del Gobierno de la República en su afán de privilegiar intereses privados, en detrimento del bienestar de miles de familias como las que vivían de su empleo en la desaparecida empresa paraestatal.

El ayuno que mantienen 80 extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro en el Zócalo de la Ciudad de México y 60 extrabajadores del mismo organismo descentralizado que han estado con ayunos escalonados en la Plaza de Armas de la ciudad de Cuernavaca son referentes de la protesta continua contra la decisión precipitada del gobierno al extinguir la empresa y dejar sin trabajo a los 44 mil empleados.

Al igual que otras huelgas de hambre que se mantienen en diferentes ciudades del país en defensa de los derechos y la causa de los agremiados del SME, en Morelos no solamente son los sindicalizados y sus familias que encabeza Héctor Salazar Porcayo, líder de este combativo sindicato, sino que además en el ayuno participan diversas organizaciones y dirigentes que en apoyo y solidaridad a los huelguistas también exigen la rectificación en las medidas tomadas por el gobierno federal que tanto daño han causado a los ex trabajadores y que han puesto en entredicho el tan cantado estado de derecho, exhibiendo como enemigo del sindicalismo a Felipe Calderón, quien desde su campaña electoral se proclamó como el presidente del empleo.

A 9 días de que la fuerza del SME se deja sentir nuevamente con el ayuno de sus trabajadores y simpatizantes en el zócalo de esta ciudad, sería importante revisar y reflexionar sobre lo que escribe en su columna de ayer martes el prestigiado periodista Miguel Ángel Granados Chapa, publicada en Diario de Morelos, quien refiere la petición que le hiciera a principios del 2009 Mario Sánchez Ruiz, en ese tiempo presidente de la Concanaco y ahora presidente del Consejo Coordinador Empresarial, al presidente Felipe Calderón, para que desapareciera Luz y Fuerza. Refiere el columnista que en una comida del sector empresarial, la propuesta de Sánchez Ruiz textualmente fue la siguiente: “Señor presidente, le voy a pedir un favor, ojalá acabe con Luz y Fuerza”… Calderón le preguntó si estaba seguro, dado que eso implicaría que más de 40 mil trabajadores se quedarían en la calle, a lo que Sánchez Ruiz reviró con determinación: “Si usted tiene 40 mil personas criticándole, yo le pongo 80 mil comerciantes que se lo van a aplaudir”.

Por eso el ayuno del SME, y todos los actos de resistencia civil que emprenden estarán acompañados de autoridad moral y derechos legítimos que, guste o no, asisten a los trabajadores de Luz y Fuerza.