Antes del primero de mayo, huelga de hambre del SME en el Zócalo


Fabiola Martínez

Periódico La Jornada
Sábado 17 de abril de 2010

Antes del primero de mayo empezará la huelga de hambre colectiva de integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Esta protesta será en el Zócalo, precedida por una misa y una marcha de la Basílica de Guadalupe a la Plaza de la Constitución.

Como difundió este diario la semana pasada, cerca de 5 mil electricistas manifestaron interés de participar y, en el arranque del proceso de preparación, 2 mil 300 trabajadores fueron sometidos a exámenes médicos y de laboratorio para determinar quiénes son aptos para hacer el ayuno.

De acuerdo con Fernando Amezcua y Eduardo Bobadilla, vocero y secretario de trabajo del SME, respectivamente, todos los integrantes del comité central de la organización gremial encabezada por Martín Esparza serán evaluados para determinar si pueden participar en la protesta.

Los dirigentes rechazaron que el movimiento opositor al decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) esté debilitado.

"No estamos a destiempo con esta huelga de hambre. Al contrario, es el momento justo para demostrar que somos muchos quienes seguimos defendiendo nuestra fuente de empleo y el carácter público de la industria eléctrica. El gobierno pretende legalizar lo ilegal mediante la participación de empresas privadas en asuntos que sólo competen a organismos públicos", señaló Bobadilla.

Son 17 mil 247 los electricistas (de una plantilla de 44 mil) que no se han liquidado, mientras que en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje hay 12 mil 373 demandas (incluso de trabajadores que sí cobraron su liquidación) en reclamo de cumplimiento de la figura de patrón sustituto. Es decir, exigen ser recontratados en la Comisión Federal de Electricidad, empresa que tomó la operación del servicio de energía eléctrica de la zona central del país que manejaba LFC antes del decreto del pasado 11 de octubre.

"No somos minoría quienes no aceptamos la liquidación", subrayaron en respuesta a la carta que, en ese sentido, envió a la Cámara de Diputados el grupo disidente en el SME, encabezado por Alejandro Muñoz.

“No descartamos que el gobierno insista en que tomaremos acciones violentas en la protesta del Zócalo, pero eso no va a ocurrir. Van a hacer lo que sea; incluso, no sería extraño que el gobierno realizara un Quinazo para reprimir el movimiento de manera total”, expresó Amezcua.

En principio buscan acordar con los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera la realización de una misa previa a la marcha que concluirá en el Zócalo, luego de lo cual empezará lo que definen como "ayuno permanente".