No es admisible cometer errores de ese tamaño, a algunos les causa risa, a otros estupor, pero los más se sienten burlados. ¿Cómo puede equivocarse el presidente Calderón en el conteo de más de un cuarto millón de empleos, cuando supuestamente es el "presidente del empleo". ¿Es desesperación ante el naufragio de su sexenio o es otra expresión de su tendencia a crear mitos? En la víspera del Día de los Inocentes, a través de Twitter, dijo que "de enero a noviembre se crearon en México 962 mil nuevos empleos formales, ya descontadas las bajas. La cifra más alta en la historia". Iba tras el millón antes de que concluyera el año. Ayer fue desmentido por sus secretarios de Trabajo y Hacienda. Con la pena, pero sólo fueron 730 mil 348, de los cuales, lamentablemente, 30 por ciento no son permanentes, sino chambitas temporaleras. Suma real: 511 mil 243, muy lejos del casi millón anunciado. Estas patinadas le están saliendo costosas a Calderón. Su antiguo aliado, el senador Beltrones, el "vicepresidente" de la primera parte del sexenio, no sólo lo critica, sino hasta lo ningunea. En una entrevista con el diario Milenio dice que “es ignorante en la aplicación de las leyes y por ello no entrega resultados en materia de seguridad pública“. Y añade: "Creo que lo que el talento no da, las leyes no lo aportan, casi parafraseando: lo que Natura no da, Salamanca no presta". Mmm. ¿Qué les parece la frase como epitafio del sexenio? "Lo que el talento no da, las leyes no lo aportan". Es el principio de Peter expresado de otro modo: la elevación de un individuo a su nivel de incompetencia.