Desde hace dos semanas, los servicios que presta el Hospital General son anormales, pues aunque en el área de hospitalización se cuenta con una planta para el abastecimiento de luz, las áreas administrativas y de consulta de especialidades no cuentan con energía eléctrica por lo que la atención de los pacientes se ha derivado hacia otros nosocomios, informó personal médico que pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias.

“Desde hace 15 días el transformador que está en la calle, frente al hospital se quemó, vinieron los de la CFE varios días después, pero no ha podido cambiarse debido a que no hay recursos, pues los ingresos del hospital se han reducido de manera considerable pues acá sólo dan consulta los médicos especialistas, las consultas generales son atendidas en el viejo hospital en la colonia La Cumbre y al laboratorio sólo acuden los beneficiarios del Seguro Popular, a quienes se les cobran sus estudios a bajos precios, por esta razón no se han podido reunir los 17 mil pesos que cuesta el transformador”, dijeron.

El personal de CFE llegó hasta este miércoles para iniciar el cambio, al parecer ya se pudo comprar el aparato necesario para la transformación de la energía eléctrica, aunque hasta el cierre de esta edición las labores no habían terminado y con la presencia de las lluvias vespertinas sufrieron retrasos.

CUANDO NO ES CHANA ES JUANA

Según datos oficiales, el Hospital de Huauchinango, “beneficiaría a una población de 137 mil 256 habitantes, cuenta con 12 consultorios médicos, laboratorio de patología clínica, sala de rayos X, cubículo de ultrasonido, áreas de urgencias, dos quirófanos, sala de expulsión y hospitalización para 30 pacientes”.

El hospital general abrió sus puertas al público en abril de 2009, luego de año y medio de haber sido inaugurado por el entonces secretario de Salud en el estado, Roberto Morales Flores, con consultas en cuatro especialidades y atendiendo urgencias.

El nosocomio, cuya construcción inició en el 2003, parecía condenado a la inoperancia tras cancelarse su apertura el 16 de febrero de 2009. Primero fue la insuficiencia de recursos lo que retrasó la obra, que pudo concluirse apenas en octubre de 2007; más tarde la falta de servicios públicos, concretamente de drenaje y electricidad; luego la falta de equipo y después la insuficiencia de personal. Ahora lo que impide su debida operación es ni más ni menos que la falta de luz.