El líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) , Martín Esparza, confió en que la próxima semana las autoridades laborales le concedan la toma de nota, luego de que analice el expediente del proceso electoral que el gremio presentó.

Entrevistado en el marco del 42 Congreso de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) que se lleva a cabo en esta ciudad, Esparza Flores confió en que las autoridades laborales fallen a su favor.

El documento incluye todas las minutas de la asamblea, tres videos a través de los cuales los perdedores del proceso interno aceptan su derrota y la firma ante notario público de las actas de escrutinio.

Por otro lado, confió que la próxima semana se liberen los más de dos mil millones de pesos que por concepto de aguinaldo y ahorro se le deben a los más de 16 mil 300 miembros del SME que no han sido liquidados.

Explicó que la retención de esos recursos es ilegal e injustificada ante la ley y por ello espera que en las pláticas que se llevan a cabo en la Secretaría de Gobernación, se acuerde esta misma semana la liberación de los recursos.

En otro orden, el dirigente de los electricistas expuso que durante su próximo periodo ordinario de sesiones el Congreso de la Unión deberá resolver el problema jurídico generado con la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro.

Sostuvo que si bien la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó la validez del decreto para extinguir Luz y Fuerza, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica aún considera la existencia de dos empresas, una para el Centro y otra para el resto del país.

En ese sentido, propuso modificar la ley y crear una división de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para la zona que antes cubría Luz y Fuerza del Centro con los trabajadores que no han cobrado su liquidación, lo cual costaría dos mil 900 millones de pesos al año.

Aseguró que no resultaría oneroso porque la CFE factura anualmente 56 mil millones de pesos y con eso se podría cubrir la operación de la nueva división, sin que signifique 'sangría alguna'.