MORELIA, Mich., 31 de agosto de 2010.- Triste el escenario de la situación en que se encuentra nuestro querido país. ¿Qué se podría informar en beneficio del pueblo? En nuestra opinión, nada. Independientemente de si asiste o no Felipe Calderón a leer su informe ante el Congreso de la Unión, lo importante es, qué podría decir para ocultar la realidad nacional. Permítasenos algunos datos al respecto:

-La llamada “guerra” de Calderón arroja ya más de 28 mil muertos, -datos reconocidos oficialmente y avalados por el CISEN- cifra que se incrementa día con día. Escenas dantescas se ven cotidianamente a lo largo y ancho del país: asesinados, encajuelados, decapitados, etc., etc. Ahora tenemos que sufrir la ignominia de ser blanco de los países hermanos de centro y sur América por el reciente descubrimiento de 72 cuerpos de migrantes de esos países que han sido asesinados en México. La espiral de violencia que desató Calderón no tiene para cuando parar. Aún se recuerda lo que dijo el anterior secretario de gobernación, Fernando Gómez Mont, respecto de que en “junio bajaría la violencia y se verían los resultados de la política seguida por el gobierno federal”. Ni mencionarlo merecería tal señor, si no fuera tan grave lo que sucede.

-La crisis económica, a pesar de lo que se diga, lejos, muy lejos está de superarse. Se habla de finanzas macroeconómicas sanas mientras la población, día a día, sufrimos para poder sobrevivir. Los aumentos constantes, mes con mes, de la gasolina y gas doméstico han provocado una reacción en cadena que arroja un incremento en el costo de los productos de primera necesidad y en general de todos los servicios. Como siempre, son los más pobres quienes resienten estos abusos. La inflación, pese a los optimistas pronósticos del Banco de México, es letra muerta ante los constantes aumentos de precio de los productos básicos.

-Calderón, autollamado el presidente del empleo, pasará a la historia como uno de los principales promotores del desempleo y del crecimiento de la llamada economía informal. La migración hacia los Estados Unidos, para buscar un empleo, por parte de miles de trabajadores no cesa, aún y con toda la vigilancia militar que ha impuesto ese país en su frontera con México. Los propios organismos empresariales (¡todos, eh!) se quejan amargamente de que todo está patas arriba. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamín) en la menor oportunidad critican la falta de estímulos para la creación de empleos y las políticas públicas en este sector, pues todo está “contraído”. La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) va más allá y “destaca la necesidad de fortalecer el mercado interno, revitalizando las empresas nacionales, en especial a las pequeñas y medianas”. ¿Cómo se va a fortalecer el mercado interno si esos organismos patronales, en consonancia con el gobierno federal, promueven el estancamiento de los salarios y la liberalización de todos los precios?

-En estos últimos días el senador Labastida Ochoa, del PRI, quien fuera candidato presidencial de ese partido, anuncia que “PEMEX va a la muerte y el IMSS a la ruina”. Algo que muchos hemos venido señalando hoy lo admiten esos mismos que provocaron tal situación. Labastida debe recordar que él fue secretario de energía y nada hizo por mejorar a PEMEX. Bueno, hizo un fraude millonario junto con el charro Romero Deschamps y desviaron para su campaña presidencial mil millones de pesos. Lo cierto es que PEMEX ha venido siendo desmantelada para satisfacer el voraz apetito de las trasnacionales y de los sumisos y obedientes funcionarios públicos que sólo siguen los lineamientos de los organismos financieros internacionales, léase FMI, BM, BID, OCDE, etc.

¿Se puede informar algo positivo en términos económicos? Lo dudamos, teniendo datos del propio gobierno. En estos días se informa de que 51 mil millones de pesos han salido del país en lo que va del sexenio Calderonista. Una cantidad inmensa de dinero fugado, seguramente ayudado por la banca extranjera que domina nuestro país. Dinero de grandes empresarios que lejos de invertir en México se lo llevan a otro lado para seguir engordando sus cuentas bancarias. Ah, pero eso sí, se le acaba de entregar a precio de ganga, tal como en una venta de garaje, una concesión a Televisa-Nextel para que explote el espectro radio eléctrico y sigan saqueando a su favor los recursos que pertenecen a toda la nación. Aunque ejemplos hay muchos más, se han gastado del erario público mil millones de pesos en 505 contratos a empresas patito que han venido a suplir a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas. A costa de nuestros impuestos se ha beneficiado a empresas que no tienen la capacidad de atender toda la dotación de electricidad en el centro del país. Entre paréntesis es conveniente señalar que hoy se sabe, con datos oficiales, que el gobierno federal utilizó más de 200 millones de pesos para montar la campaña publicitaria en contra de los trabajadores del SME y para apoyar su ilegal decreto de extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro. ¿Esto lo informará Calderón?

Aunque hay críticas de los partidos de oposición al gobierno federal, en la mayor parte de los aspectos han sido cómplices del desastre en que se encuentran las finanzas públicas. Un botón de muestra: En los últimos 10 años, los partidos políticos y las “instituciones” encargadas de organizar y sancionar las elecciones (IFE, Trife, etc.) han gastado 140 mil millones de pesos del presupuesto federal. Un mundo de dinero para mantener su “democracia representativa” ¿informará de esto Calderón? Porque ya apuntalan su próximo negocio obligando a poner el dinero en sus bancos y cobrar en automático su respectivo 3% de impuestos. ¡Qué bonita manera de robar con su “legalidad” en la mano!

El poder judicial no canta mal las rancheras, jugosos salarios y bonosestratosféricos de jueces y magistrados y qué decir de los salarios y prestaciones con que cuentan los señores ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Todo con el dinero del pueblo. Insultantes resultan también las dietas de diputados y senadores y de todas las prebendas de que gozan, aunque muchos aparezcan muy críticos ante la proximidad del informe presidencial.

Las cosas no paran aquí. ¿Informará Calderón acerca de los “ninis”? ¿Defenderá la cifra de 285 mil jóvenes que son los únicos que ni estudian ni trabajan según el flamante secretario de educación? El rector de la UNAM, José Narro, que no pudieran acusarlo de ser de izquierda, con datos del propio gobierno ha señalado que son 7.5 millones de jóvenes los que pueden considerarse “ninis”. Esto es el verdadero informe que vemos en la realidad nacional.

Reiteramos, nada positivo para la población podemos esperar del IV Informe Presidencial de Felipe Calderón. Puede repetir mentiras y crear un mundo que no existe, los ciudadanos poco a poco nos damos cuenta de los hechos. A pesar de contar con los medios de comunicación masiva, principalmente radio y televisión a su favor, no podrá engañarnos este primero de septiembre. Cada vez somos más quienes buscamos organizarnos para acabar con la mala conducción del país que hoy padecemos. Estamos convencidos que el pueblo habrá de discernir quiénes son sus enemigos y quiénes son sus aliados.

Aunque aún no somos todos, pero ya muchos, no creemos en el actual sistema de gobierno que nos agobia, ni en la aplicación parcializada de la justicia. Al mismo tiempo vemos que se agota el proceso actual de elecciones, por el papel de entrega que han jugado la mayor parte de las cúpulas de los partidos políticos así como los órganos de calificación de los manipulados procesos electorales y la catástrofe en que hoy se encuentra ubicado nuestro país por los gobiernos de los distintos colores. La realidad, vista desde el ciudadano común, nos dice que las cosas no andan bien, que el país es un desastre, que el ideal de la Independencia y Revolución se nos ha arrebatado por quienes hoy lo mercantilizan. Ante esta situación, el pueblo de Michoacán y de México, tiene la palabra.