¡La dignidad no se vende!
“…Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde.”
Bertolt Brecht
12 de julio de 2010, en el auditorio principal del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), en el Distrito Federal, se desarrolla en la mejor de las formas la inauguración del 7° Taller Nacional del Educador Popular, es decir, en un ambiente de combatividad y alegría.
Un presídium de lujo: en primer lugar nuestros hermanos del SME que protagonizan una de las luchas más significativas para la clase obrera de los últimos tiempos. Toca a ellos, además, la declaratoria inaugural del Taller, no sólo porque amablemente han brindado sus instalaciones para llevar a cabo este evento, sino porque son ellos, en este momento, la vanguardia de la lucha y por el heroísmo de su huelga de hambre.
También está con nosotros otro sindicato, que hoy por hoy, son la representación viva de la resistencia y espíritu de lucha de los trabajadores mexicanos, el de los mineros. La lucha librada a lo largo ya de 4 años contra el consorcio de los Larrea no es poca cosa. A pesar de traiciones y de una campaña feroz contra el sindicato, los trabajadores se han mantenido firmes y decididos a continuar con la resistencia en contra del inefable secretario del trabajo, Javier Lozano, y de los voraces y asesinos (recuérdese Pasta de Conchos) dueños de las minas.
Se encuentran también compañeros de Chapingo, de la Universidad de la Ciudad de México, de la UNAM, del Poli, del SUTIN, campesinos de Chiapas, abogados de la Unión de Juristas, jóvenes luchadores de la Ciudad de México, estudiantes normalistas y, obviamente presentes, compañeros de distintas representaciones de varios estados de la República y de diferentes secciones sindicales participantes del movimiento magisterial. Total, una pléyade de organizaciones sociales, sindicales y populares que se mantienen activas y prestas a la lucha.
Uno de los momentos más emotivos de la inauguración, es cuando irrumpen los compañeros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, mejor conocidos como los Atenco, con Ignacio del Valle y Felipe Álvarez a la cabeza. Compañeros que apenas hace unos días salieron libres, después de pasar más de 4 años en la cárcel de máxima seguridad del Altiplano (antes Almoloya), sin haber cometido delito alguno. Es inevitable el contagio de la alegría y el orgullo que invade a todos los asistentes por tener a nuestros hermanos de Atenco en esta inauguración. Consignas invaden el ambiente que marcan el sentir de los asistentes y, claro que sí se pudo, ya tenemos libres a estos valerosos campesinos que desde 2001 han luchado, poniendo su vida por delante, en la defensa de su tierra. Ni en película pudiera haber sido más emotiva esta inauguración.
Luego de los trabajos propios del Educador Popular a lo largo del día y todavía con el buen sabor de boca que nos proporcionó el evento de inauguración, cuando íbamos a rematar la jornada de inicio del evento con un espléndido ballet de danza regional que habían preparado los compañeros del Valle de México, casi a las 9 de la noche, en las inmediaciones del SME, es detenido con lujo de violencia el profesor Eugenio Rodríguez Cornejo, secretario de relaciones del Comité Ejecutivo de la Sección XVIII, miembro de la Comisión Negociadora en la recién terminada Jornada de Lucha Nacional, por un comando, hoy sabemos de policías federales, vestidos de civil pero con pistola reglamentaria, en una camioneta sin logotipo alguno. Es subido, a pesar del esfuerzo de varias compañeras que se percatan del suceso. Es sometido nuestro compañero, sin que pudiéramos saber su destino.
Varias horas después nos enteramos de su paradero y de la “aparente causa” de su detención. Se encuentra en el Reclusorio Sur y es acusado de dañar el “patrimonio cultural” de México.
El gobierno federal acusa a nuestro compañero, por medio de la SEP, utilizando un argumento falaz e inexistente. Eugenio Rodríguez es inocente y no tiene nada que ver en los hechos que intenta el gobierno presentar como delitos, es un luchador social, que al igual que en otros casos, el régimen represor quiere utilizar para intimidar nuestra lucha y minimizarla.
El gobierno se equivoca si cree que nos vamos a quedar cruzados de brazos, está muy equivocado. No vamos a permitir que tomen a Eugenio como rehén y condicionen nuestra lucha en contra del mal gobierno y de toda su nefasta política. Hoy más que nunca es indispensable hacer fuerza y unión con todos las organizaciones hermanas y presentarnos como un frente único ante la embestida criminal de gobierno panista de Felipe Calderón.
Ni un paso atrás daremos, vamos con todo a liberar a nuestro compañero Eugenio. Vamos a luchar codo con codo con los electricistas y los mineros. Que nadie se rezague, detengamos el paso fascista de criminalizar la protesta y nuestro libre derecho constitucional de movilización por nuestras justas demandas. No va a poder el gobierno defraudador encarcelar a todo el pueblo. Se hace necesario que a esto nos llamemos, a que el pueblo se levante y rompa por fin sus cadenas. Tal como Jacinto Canek, digamos al régimen: “le va faltar cordel…”, “le va a faltar cordel para amarrar las manos de todo el pueblo”.
Fraternalmente
“Va por Michoacán y por México”
Presidente: Profesor Artemio Ortiz Hurtado