Solicito me permita un espacio para manifestar el dolor que me causa el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el caso de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Lamento como ciudadana el fallo arbitrario, injusto y de complicidad que la SCJN anunció en contra del SME. Darle la razón al presidente Felipe Calderón sobre el que ronda su ilegitimidad y quien abiertamente violó 14 artículos de la Constitución y de la ley laboral. Los magistrados deben recordar que Calderón nunca consultó al Congreso de la Unión para desaparecer a LFC, como se estipula por ley.

La subordinación de la SCJN al Poder Ejecutivo es evidente, recordemos que Ernesto Zedillo con un golpe autoritario dejó a los mexicanos sin Poder Judicial (febrero 1995). El origen de la Corte también es dudoso y nada transparente.

La actuación de la SCJN sobre varios casos de interés público deja que desear, pero en el caso de LFC y del SME confirma que la justicia en México tiene cara de mercancía-dinero. ¿Cómo avalaron la violación de tantos artículos constitucionales? No entiendo la falta de ética profesional de los magistrados, lo parcial y sesgado de su análisis, lo inhumano y antipatriótico de su fallo,que contribuye a desintegrar más a la nación, a deshacer las instituciones sociales con tanta irracionalidad. Todo ello para favorecer a los grandes capitales nacionales y extranjeros. Beatriz Vázquez