Cayetano Cabrera, Dignidad
Ing. Cayetano Cabrera Esteva
Ingeniero electricista del IPN, de 46 años de edad.
Miembro del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)
De un origen humilde, Cayetano Cabrera pensó que lo mejor que puede hacer un mexicano honesto por su país, es estudiar, así ingresó al Instituto Politécnico Nacional, la institución educativa fundada por el General Lázaro Cárdenas, ahí culminó la carrera de Ingeniero Electricista. Desde hace 10 años se integró a su alma mater como catedrático, y desde hace 6 años, gracias a su currículo intachable, logró emplearse en LyFC, siendo asignado por sus propios méritos y capacidades científico-técnicas, en el Proyecto de Subestaciones Eléctricas del Departamento de Ingeniería Eléctrica, ahí tenía como funciones: realizar proyectos eléctricos en sus diferentes modalidades (Subestaciones convencionales en SF, Hexafloruro de Azufre, Híbridos y móviles); realización de proyectos y diseño de planos para subestaciones nuevas, ampliaciones, tipo cliente, sustitución y cambio de equipo.
Como miembro del Sindicato Mexicano de Electricistas se opuso siempre a los intentos de los políticos priístas y panistas que han querido entregar la riqueza eléctrica a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, ha creído firmemente que los recursos energéticos deben de permanecer como patrimonio exclusivo del pueblo de México. Muchas veces su organización sindical denunció corrupciones e ineficiencia internas de LyFC impulsadas o sostenidas por los funcionarios priístas y panistas de la paraestatal.
Al calor del decreto de extinción de LyFC emitido arbitrariamente por Felipe Calderón, y el proceso continuo de violencia inconstitucional y antilaboral de Javier Lozano, Secretario del Trabajo, Cayetano fue expulsado físicamente y echado a la calle de su centro de trabajo mediante la fuerza bruta de la Policía Federal, junto con sus compañeros ha sido tratado peor que un delincuente; así, desconociéndole cualquier derecho laboral, fue despedido de manera injustificada al igual que otros 47 mil trabajadores electricistas. Las agresiones laborales han producido muertes por infarto e incluso suicidios, numerosos jubilados han caído en la depresión y situaciones agudas de angustia e inseguridad personal y familiar. Cayetano ha quedado incluido en la lista negra que el IMSS maneja de manera discreta, pero que trasciende eficientemente hacia otros empleadores, para que él y sus compañeros sean discriminados y rechazados en cualquier empresa en donde soliciten trabajo. Calderón y Lozano han desconocido a su capricho el contrato colectivo de trabajo, y se obstinan de manera contumaz en impedir que la CFE se asuma como patrón sustituto, tal y como la ley lo establece, la intención es discriminar a los miembros del SME para contratar en su lugar a los trabajadores controlados por el charrismo esquirol del SUTERM.
Hace más de 80 días pidió permiso sin sueldo para dejar su trabajo de profesor en el Instituto Politécnico Nacional y así poder luchar desde la Huelga de Hambre por la justicia en México. Ante el deterioro de su salud, a causa de la huelga de hambre, Cayetano se ha despedido de sus hijos y mujer, sin más fortaleza que su dignidad y consciencia de trabajador decente, no está dispuesto a vivir de rodillas bajo el abuso y el trato infamante de Calderón y Lozano. Tal y comolo lo ha expresado: “He tomado la decisión de ir hasta las últimas consecuencias y solo estoy dispuesto a levantarme cuando me devuelvan el trabajo que me arrebataron, cuando se haga valer la figura de patrón sustituto” ha sostenido valientemente Cayetano Cabrera. “No queremos dinero, queremos trabajo. El dinero lo sabemos generar con nuestro esfuerzo” han dicho con toda dignidad, nuestros camaradas huelguistas, y se mantienen como un monumental y extraordinario ejemplo de los que somos los trabajadores en resistencia y en lucha, miembros del glorioso Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Lic. Javier Lozano Alarcón
Gracias a su amistad personal con Felipe Calderón, desde el 2006 es Secretario del Trabajo y Previsión Social.
Abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho (misma donde estudió su compinche Felipe Calderón), con un enorme sueldo del presupuesto nacional, del que ha vivido siempre, inició su carrera política endeudando al país desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde fue Director de Autorización y Control de Crédito Externo, Coordinador de Asesores del Subsecretario de Normatividad y Control Presupuestal y Director General de Normatividad y Desarrollo Administrativo, de 1989 a 1994 durante el gobierno de Salinas de Gortari; con un sueldo todavía mayor, en 1994 fue nombrado Contralor General de Petróleos Mexicanos (se hizo de la vista gorda ante cientos de tomas clandestinas a los oleoductos y gasoductos de PEMEX y del contratismo ilegal de la paraestatal); gracias a ese currículo de corrupción posteriormente fue nombrado Subsecretario de Comunicaciones y Oficial Mayor de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes donde salió siendo rico; continuando como priísta y vividor del presupuesto fungió como Subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación además de Presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Para continuar con el negocio del tráfico de influencias, fundó el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones y se desempeñó como consultor privado en esta materia, fundando la firma de consultoría Javier Lozano y Asociados, para engordar un poco más sus ingresos, en el 2003 fue también representante del Gobierno de Puebla en la Ciudad de México.
Por conveniencia cambió de mafia, en el 2007 se vistió con la camiseta del Partido Acción Nacional donde ha podido salir del closet fascista, y explayar con mayor libertad sus inquietudes represivas y autoritarias. Haciendo el trabajo sucio de Calderón, presentó controversia contra el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, por las marchas de protesta en la Ciudad de México; queriendo meter mano en el dinero sucio del narcotráfico, en 2007 fue acusado por el empresario de origen chino, Zhenli Ye Gon de haberlo extorsionado para guardar los 205 millones de dólares que se encontraban en su domicilio y según Ye Gon este dinero era para la campaña presidencial del 2 de julio de 2006, por supuesto eso ha sido negado por Lozano Alarcón, quien rasgándose las vestiduras por tan “increíble acusación” anunció que demandaría por difamación al mexicano de origen chino.
Sabiendo del negocio multimillonario que significaría el arrendamiento o venta de la fibra óptica que estaba bajo la administración de LyFC y resguardada por un sindicato nacionalista e independiente como lo es el SME, convenció a su cuate Felipe Calderón, quien también odia al sindicalismo, para destruir al SME, extinguir LyFC, privatizar la producción y comercialización de le energía eléctrica, y sobre todo entregar el enorme negocio de la transmisión de voz y datos a sus “socios” de Televisa y Yoo, para que continúen enriqueciéndose al infinito y más allá con los servicios del Triple Play, y de paso golpear al empresario Carlos Slim de Telmex, pero sobre todo al sindicato de telefonistas que tampoco se ha plegado a los caprichos del dúo dinámico Calderón-Lozano.
Ha usado cientos de millones de pesos de nuestros impuestos para pagar una campaña mediática infamante en contra de los trabajadores electricistas del SME, con el apoyo incondicional de sus aliados de Televisa, Televisión Azteca, los esquiroles del SUTERM, la traición del PRI, chuchistas del PRD, y la complicidad de los magistrados de la Suprema Corte, Lozano ha logrado que los trabajadores del SME sean considerados, por las masas manipuladas, como delincuentes, como empleados ladrones, deshonestos, incompetentes, antipatriotas dignos de ser linchados en cualquier oportunidad.
Conclusiones
Trabajar no es un delito, ni tampoco luchar por tener un trabajo digno con prestaciones decorosas; el verdadero crimen es estigmatizar a los trabajadores que defienden su fuente de trabajo y que pretenden mejores condiciones de vida, por eso mismo los verdaderos delincuentes son Calderón, Lozano, y Televisa, quienes motivados únicamente por su voracidad económica, y sus odios irracionales en contra de la clase obrera y campesina los mantienen en esa zozobra.
Si la indolencia y contumacia criminal de Felipe Calderón y Javier Lozano continúa, como todo parece indicar que seguirá dado el perfil psicópata de ambos, el posible desenlace fatal de la vida de Cayetano Cabrera, o de cualquiera de sus compañeros huelguistas, no será culpa de los dos imbéciles que nos mal gobiernan, sino de los millones de mexicanos que se dejaron manipular por la caja idiota de la televisión, y de todos aquellos sin conciencia y presas del analfabetismo políticos, que no hicieron nada para oponerse a la violencia social del fascismo mocho y sus aliados; los verdaderos responsables del estado de cosas (guerra antinarco incluida), lo son el 22% de los electores panistas, y sus comparsa priístas, que eligieron por minoría, a la mayoría que nos gobierna.