Los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) no realizaron ningún "sabotaje" contra instalaciones eléctricas subterráneas en el Centro Histórico. Si se han padecido estallidos en éstas, es por falta de mantenimiento, por sobrecargas y por las condiciones deplorables en que se encuentran, y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) lo sabe, señaló el líder de esta organización, Martín Esparza.

En entrevista planteó que en la próxima temporada de lluvias la situación empeorará, con más apagones, más estallidos subterráneos y más caídas del servicio de energía eléctrica, y por más tiempo, ya que las redes están en total descuido y abandono. "Será el caos", porque "nadie está regulando las cargas y puede haber un verdadero colapso del servicio."

En particular, la situación del Centro Histórico ya había sido advertida por el SME, desde antes de que se iniciara el conflicto por la extinción de Luz y Fuerza del Centro, a la dirección de esta paraestatal; incluso se hizo una presentación de todos los problemas que enfrenta el cableado de esta zona de la ciudad al gobierno capitalino. Por esta razón se destinaron 380 millones de pesos para la sustitución de cableado, lo cual no se llevó a cabo y tampoco se sabe donde quedó el dinero que se entregó a LFC para este propósito, denunció el dirigente.

La demanda, mera justificación

Respondió que la demanda que interpuso la CFE ayer por supuesto "sabotaje" es sólo para justificar el deficiente servicio, los innumerables apagones en colonias de todas las delegaciones y el estado de México. Hay, dijo, 16 zonas críticas que en cualquier momento van a colapsarse; se cancelaron obras de mantenimiento, "los contratistas sólo están haciendo parches y están de apagafuegos", pero no están dando un servicio regular. La CFE trae un desaseo enorme, un desastre, y lo quieren justificar con una demanda.

En cuanto a las supuestas pruebas de que los cables fueron reventados a propósito, comentó que desafortunadamente los directivos de la CFE parece que "no saben ni siquiera cómo revientan los cables cuando estallan".

Según indicó, el SME hizo el levantamiento completo de la situación en el centro de la ciudad, y la presentación se la hicieron al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, en 2009 con el fin de que solicitara recursos para sustituir el cableado, y se denunció en ese entonces que al remodelar varias calles, en las obras no hubo cuidado de proteger las instalaciones eléctricas y se dejaron cables subterráneos, ductos, bóvedas o pozos de visita "ahogados en el cemento".