La lucha de los electricistas y mineros mexicanos continua
Por LTS desde México
El martes 16/3 fue una gran oportunidad para empezar a torcerle el brazo al gobierno de Calderón y revertir el ataque a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y a los mineros de Cananea. La lucha por los casi 45 mil puestos de trabajo de los trabajadores del Luz y Fuerza del Centro, extinta hace 5 meses por un decreto del presidente Felipe Calderón, así como las demandas de los mineros de Cananea en huelga hace más de 2 años y medio también por mayor seguridad en el trabajo y contra la intromisión del gobierno federal en el Sindicato Minero, tenía planteado articular las demandas del conjunto los trabajadores sindicalizados, precarizados no sindicalizados y desocupados, contra los planes del gobierno y los patrones, para exigir ¡que la crisis la paguen los capitalistas!
Lamentablemente, la convocatoria de la Asamblea Nacional de Representación Popular (ANRP) a esta “huelga política nacional” tuvo bastante poco de “huelga”, ya que no excedió el marco simbólico (como el cuelgue de banderas rojinegras en establecimientos de la extinta Luz y Fuerza), expresión de la estrategia pacifista que viene primando en la dirección de la lucha y, que ha generado las condiciones para que el movimiento vaya perdiendo fuerza de movilización. En esto es fundamental la responsabilidad política de las direcciones sindicales que se reclaman opositoras y que se nuclean en la UNT, que vienen participando de la ANRP, como es el caso de los sindicatos de Telefonistas, universitarios, y otros, que lamentablemente se negaron a convocar a un paro efectivo y a una movilizacion centralizada, medidas fundamentales para que se exprese el descontento y se pueda frenar la ofensiva del gobierno.Es necesario un cambio de orientación que incorpore las bases de los sindicatos, centrales y federaciones de trabajadores que actualmente tienen direcciones burocráticas que impiden el despliegue de las fuerzas de la gigantesca clase obrera mexicana de conjunto. Para esto, es fundamental organizar la lucha desde las bases, mediante asambleas democráticas, en los centros de trabajo, para discutir cuáles son las acciones que van a ayudar a la reorganización de las filas obreras, y permitir mostrar la potencialidad de los métodos proletarios, en confluencia con los trabajadores del campo y los estudiantes solidarios y combativos.
En este sentido, la lucha de los compañeros de Cananea es un referente de organización que, a pesar de los más de dos años de duración de huelga, su aislamiento político y territorial, y de no tener el peso social que tiene el SME (la sección 65 tiene mil 100 trabajadores), no ha declinado. Los mineros de Cananea han sabido rodearse de la solidaridad de la población de la zona y establecer lazos con otras luchas, como es el caso del proceso que se dió en la Guardería ABC en Hermosillo, y ahora también movilizándose por la lucha del SME. Hoy organizan comités de jóvenes y de mujeres, que combinan sus propias demandas alrededor de la reivindicación central que es la lucha de los mineros.
Es organizando la fuerza de los trabajadores desde abajo como evitaremos que los capitalistas y sus partidos acuerden y decidan nuestro futuro, y podremos tirar abajo la política económica y laboral del gobierno, el autoritarismo y la antidemocracia del régimen de partidos. Una política de clase contra clase (que no pasa por presionar al Congreso que es donde se pactan las leyes anti-obreras). Esto implica actuar con una política independiente, y sacarnos de encima la estrategia pacifista y legalista que levantan partidos como el PRD y el PT y AMLO, que han demostrado ya su impotencia en la lucha del SME. La victoria de los electricistas y mineros mexicanos será una victoria para el conjunto de la clase trabajadora.