De nueva cuenta el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se ha llenado de sangre sus sucias manos, no le ha bastado Cd. Juárez, Tijuana, Morelia, Cuernavaca, ahora decidió en su cruenta guerra desatar una feroz represión contra la clase trabajadora, y en particular, en contra de la huelga del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

El 18 de marzo de 2010, fecha memorable por la expropiación de la industria petrolera, ahora pasará a la historia por haberse desatado una criminal persecución contra los trabajadores electricistas agrupados en el SME, por el “delito” de haber hecho uso de un derecho constitucional, el Derecho a la Huelga. En realidad el “delito” no es ese, sino habernos opuesto a la entrega de nuestros recursos naturales y energéticos (petróleo, gas, electricidad, etc.) a las grandes transnacionales, principalmente españolas.

La desesperación gubernamental para justificar el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y el despido de los más de 44 mil trabajadores del SME está haciendo crisis. La indiscutible incapacidad para otorgar la prestación del servicio público de energía eléctrica en la zona de atención de LyFC por parte de las empresas contratistas y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); el descarado saqueo de una empresa propiedad de la Nación; el uso de enormes recursos para el pago de hoteles del personal de los contratistas y la disposición de grandes contingentes de policías federales, estatales y municipales, para “proteger” a los trabajadores precarios al servicio de la CFE.

La Industria Eléctrica, como lo es también la petrolera, son propiedad social y colectiva de todos los mexicanos, no le pertenece a las empresas privadas, mucho menos a Calderón, por eso, todos los mexicanos debemos organizarnos y movilizarnos para defender lo que es nuestro e impedir que los panistas que están usurpando el gobierno, lo terminen de entregar a los monopolios nacionales y extranjeros. Debemos impedir que continúen atentando contra la economía del pueblo mexicano, elevando los precios de agua, gas, electricidad, transporte público, tortilla, huevo, etc. El pueblo tiene pleno derecho a su propia defensa.

La desesperación política de Calderón y Lozano les ha estallado en las manos, lo que los llevó a desatar la criminal represión contra los electricistas en lucha y resistencia. Decenas de heridos y detenidos es el saldo para nuestras filas, nuestras únicas armas fueron nuestra creencia en el “Estado de Derecho” en este nuestro país, ilusos que hemos sido. Pero ni así, aún heridos y maltrechos, nunca nos verán de rodillas ni mendingando clemencia, los señores del dinero y el poder no conocen a los electricistas, somos mexicanos que tenemos dignidad y honor, nada ni nadie nos impondrá el miedo paralizante, seguiremos practicando nuestros derechos constitucionales, que nadie lo dude. Asiste a la Magna Marcha este próximo sábado a las 12 horas, del Ángel de la Independencia al Zócalo. ¡¡¡Viva la Resistencia Popular!!!