Mientras cientos de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en resistencia marcharon ayer a la Secretaría de Gobernación después de haber realizado diversos mítines y movilizaciones en distintos puntos, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, informó que de nueva cuenta se "negó la toma de nota a integrantes del comité central de ese sindicato, que la solicitaron el pasado 22 de julio, incluido a su dirigente, Martín Esparza".

Lozano sostuvo que ayer mismo se iba a informar oficialmente al SME de esta resolución que se tomó porque "la solicitud que presentaron no cumple mínimamente con lo que indican sus estatutos". El funcionario advirtió incluso que si el grupo que encabeza Esparza quiere reponer el proceso electoral para obtener la toma de nota, deberá hacerlo mediante un "acuerdo con Alejandro Muñoz".

Antes, un trabajador del SME de nombre Pedro Ramírez Vázquez burló al menos cuatro filtros del Estado Mayor Presidencial en el hotel Camino Real, donde se encontraba el secretario Lozano. Ahí, el electricista interpeló al funcionario en el momento que daba por inaugurado un foro sobre el mercado laboral. A gritos lo llamó "mentiroso" y "corrupto", luego de denunciar que familiares del secretario tienen negocios con empresas contratistas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). "Es ridículo", respondió el funcionario.

De inmediato se movilizó el oficial mayor de la Secretaría del Trabajo, Héctor Alcudia, y ordenó al personal de seguridad del funcionario y del mismo hotel que sacaran a empellones al electricista, quien indignado denunciaba la "corrupción" que hay en CFE y en la asignación de los contratos de servicio a las empresas "contratistas". Se rompió el protocolo, salieron a relucir las palabras altisonantes y se formó un cerco contra el trabajador, que finalmente fue sacado del hotel.

Lozano retomó su discurso y reconoció que "el mercado laboral de México dista mucho de ser verdaderamente eficiente. No creamos los empleos que demandan nuestro jóvenes cada año; la ocupación en la economía informal crece por la falta de incentivos y los salarios son bajos".

Al término de su discurso, en entrevista, Lozano informó que ayer mismo se iba a notificar al SME que se negó de nueva cuenta la toma de nota a integrantes del comité central de esa organización.

Advirtió que si el sindicato quiere reponer el proceso electoral para obtener la toma de nota, como indicó la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, "deberá hacerlo mediante un acuerdo con Alejandro Muñoz", quien encabezó la planilla opositora a la de Esparza en las pasadas elecciones y fue quien interpuso una impugnación al proceso.

Dijo que el anuncio del acuerdo para convocar a elecciones es una propuesta que tiene que ser validada por la propia junta y después dar vista al grupo de Alejandro Muñoz, para saber si acepta. Si las partes se ponen de acuerdo y la JFCA lo valida, se vigilará que se apegue a los estatutos y después se resolverá a quién se entrega la toma de nota. "Así es que no hay toma de nota condicionada ni provisional", sostuvo.

De la interpelación del electricista dijo que está dispuesto a pagar el costo político de haber tomado esa decisión; que eso no lo asusta.

Mientras esto ocurría, cerca de ahí los trabajadores del SME se preparaban para sus movilizaciones, las cuales ayer fueron múltiples. Los trabajadores en resistencia se concentran en la glorieta del Ángel de la Independencia, desde donde se movilizaron hacia la Secretaría de Gobernación, donde sus representantes tuvieron una reunión con funcionarios de la dependencia.

A su paso bloquearon carriles de Paseo de la Reforma, mientras otros grupos de electricistas se manifestaron en el cruce de Periférico y Reforma, dos puntos de avenida Insurgentes, y en la zona de Santa Fe, y otros más se dirigieron al periódico Excélsior, donde pidieron ser recibidos.

Las principales demanda en su movilización fueron la renuncia de Lozano, la entrega de la toma de nota para el comité encabezado por Esparza y el regreso a su fuente de trabajo.