El 27 de septiembre de 1960, el presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria eléctrica. El 11 de octubre de 2009, Felipe Calderón decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro.

El primero es un acto nacionalista, lleno de valor y patriotismo, basado en una ideología socialista. El segundo está basado en intereses económicos oscuros, en beneficio de unos cuantos y en perjuicio de las mayorías, violando el espíritu del 27 Constitucional y las leyes secundarias; sobre todo, ignorando los principios ideológicos que motivaron al presidente López Mateos a decretar la nacionalización de la industria eléctrica.

Ahora se pretende eliminar el subsidio en el consumo doméstico y cobrar 6 mil pesos por la instalación de los nuevos medidores, engañando al pueblo con la venta de seguros de vida incluidos en las tarjetas de prepago.