SME en huelga de hambre


La huelga de hambre masiva que realiza el Sindicato Mexicano de Electricistas es una forma de resistencia pacífica, en la cual se juegan la vida por recuperar su trabajo. Los trabajadores han tomado esta medida extrema por la cerrazón del gobierno federal para dar una solución a la ilegal extinción de la compañía Luz y Fuerza, donde se quedaron sin empleo más de 40 mil personas.

En el zócalo capitalino, sede del plantón de los electricistas, se encuentran más de 36 hombres y mujeres en huelga de hambre, llevan más de 40 días en ella y su salud ya se ha visto muy afectada. A la par de la huelga los participantes y organizaciones solidarias, realizan movilizaciones diarias, así como una denuncia constante de la situación en la que se encuentran sus familias.

Son hombres y mujeres convencidos de que la forma de lucha elegida es la correcta, pues creen que los gobernantes, los empresarios y su avaricia no se detienen. Martín, un trabajador en huelga de hambre dice: “No estoy sufriendo, estoy luchando dignamente. La muerte no me intimida. La dignidad no tiene precio y no se compra con nada.”

La respuesta que ha dado el gobierno es la política de oídos sordos, no contemplan ni siquiera una mesa de diálogo, menos aún las demandas y exigencias, que de diversas formas, han solicitado los trabajadores del SME.

En el campamento se escucha como expresan su indignación a las políticas federales que están literalmente matando de hambre a la población mexicana. Los problemas que enfrentan los desempleados en el país, como es el caso de los smeitas, se agravan con el resto de los problemas existentes: la falta de trabajo, los bajos salarios, la elevación de precios, la militarización del país y la injusticia social.

Los huelguistas están convencidos de que la movilización popular es una de las formas más eficaces para transformar la grave situación que viven las clases bajas de este país; se ha visto que sin esta presión el gobierno y la clase empresarial no modifican el rumbo de su política de injusticias y sólo unidos se puede tener la fuerza suficiente para los embates que se vienen.

Las movilizaciones diarias del SME se engrosan con la solidaridad de varios sectores y actores de la población, desde los campesinos de Atenco, el sector estudiantil, los mineros, los maestros y los indígenas de San Juan Copala. Diferentes luchas sociales están presentes en el centro de la ciudad que acompañan la lucha con proyecciones de películas, charlas, hasta cascaritas de protesta. Existe un ambiente fraterno, de hermandad, resistencia y esperanza que en una ciudad tan hostil, como ésta, pocas veces observas.

Ellos piden solidaridad del pueblo mexicano y considero es importante; su lucha va más allá de conseguir su fuente de empleo, reconocen que es parte de una resistencia necesaria ante el conjunto de políticas privatizadoras y autoritarias emprendidas por la clase alta en complicidad con el gobierno federal. Poca relación tienen estas reformas con las necesidades de la población. Hay diferentes formas de solidaridad, desde estar informado, visitar el plantón, llevar agua y apoyo económico, hasta apoyar las campañas de información en toda la ciudad y las movilizaciones que se convocan.

Huelga

Un llamado a la conciencia

Tiene hambre de justicia

Un esfuerzo que hace el corazón…

Martell