Paralelamente al inconstitucional decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) de Octubre pasado, mientras el ejército y la policía federal por orden de Felipe Calderón, habían ocupado violentamente las instalaciones de este organismo descentralizado, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) firmó un convenio para transferir todas las propiedades, bienes, activos de LyFC a Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El Gobierno Federal intentó mantener oculto dicho convenio, porque legalmente constituía un elemento contundente y definitivo para que en lugar de despedir injustificadamente a los más de 44 000 mil trabajadores electricistas agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), se aplicara la figura de patrón sustituto establecida en el artículo 41 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), y del artículo 290 de la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social, y por lo tanto, reinstalar inmediatamente a todos los trabajadores del SME en CFE.

Balbuceando como es su costumbre, el titular del ejecutivo sostuvo frente a la Nación que la intención de extinguir a LyFC no era para privatizar el servicio eléctrico en la zona central del país, sino para eficientar el servicio. Una vez más nos mintió, dado que inmediatamente contrató a empresas privadas para atender el servicio eléctrico en la zona central del país, que hasta el 10 de Octubre del 2009, lo realizaba LyFC.

Como lo denuncio el SME en Enero de 2010, los trabajos de mantenimiento en nuestra zona se venían realizando por las empresas particulares, entre ellas, PROYECTOS ELÉCTRICOS RAMÍREZ, HURSA Y MELQRO, CONSTRUCTORA MEXICANA, COELSE Y JUSAMO, CONSTRUCCIONES ELÉCTRICAS TORRES Y CEBSA, firmas privadas a quienes la CFE dejó a cargo el suministro de energía eléctrica en el D.F., o en cuando menos algunas delegaciones del Distrito Federal. Desde entonces y hasta la fecha, la población mexicana ha sufrido constantes apagones que ponen en evidencia la falta de capacidad técnica de los trabajadores contratistas. Los medios de difusión no han podido ocultar la impericia y la falta de capacidad de los contratistas particulares para prestar el servicio público de energía eléctrica en la zona de LyFC, lo que ha provocado disturbios en gran parte de esta, y graves afectaciones patrimoniales a la economía de nuestra Nación.

En este contexto, Víctor Fuentes del Villar Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), el 24 de Febrero del presente año declaró a algunos medios de difusión “Ni uno solo de los trabajadores del SUTERM ha prestado hasta el momento sus servicios en el Distrito Federal, Estado de México, o en zonas de Morelos, Puebla e Hidalgo que estaban asignadas a LFC, pues la CFE no ha pedido a este personal que atienda esta zona central”.

Los hechos recientes desmienten esta afirmación. De manera descarada, tanto en el Distrito Federal como en el Estado de México, trabajadores agremiados al SUTERM están siendo obligados por la administración de la CFE y la dirección de ese sindicato, a realizar trabajos en la red subterránea y en las líneas aéreas de la zona de trabajo del SME. Los constantes apagones en el D.F. y el Estado de México, así como la lentitud para restablecer el servicio, son una muestra de la impericia y la falta de conocimiento de nuestra zona de parte de los trabajadores del SUTERM. Particularmente, sus deficientes trabajos en la red subterránea del D.F. se deben a que no tienen ningún tipo de conocimiento y experiencia en estas labores, simplemente porque en las zonas que atienden, no existen las redes automáticas.

Algunos medios de difusión que no se dejan chayotear (sobornar) por la Secretaría de Gobernación han dado cuenta de esto. El 17 de Junio del presente año, el periódico La Jornada publicó que de acuerdo a datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), se han elevado en 78% el número de quejas de los usuarios por mal servicio. Textualmente reportan lo siguiente: “Los apagones en la capital del país se multiplicaron en mayo y hubo cuatro explosiones de alimentadores de electricidad en el Centro Histórico y una más en la Zona Rosa. El gobierno federal acusó entonces a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) de provocar sabotajes en el sistema eléctrico, y ellos lo refutaron al insistir en que desde hace décadas falta mantenimiento de las instalaciones.”

En un sondeo de opinión realizado recientemente por el periódico el Universal, sobre lo que ha pasado con el servicio eléctrico, a siete meses de que la CFE tomara el control, y la opinión de 17,452 ciudadanos señala que: 40.8% consideran que el servicio ha empeorado, 28.7%, que ha mejorado, y 30.3%, que sigue igual (datos del 14/V/2010). Es decir, no es la opinión del SME, sino de amplios sectores de la población que señalan la ineficiencia de los trabajadores contratistas y del personal de confianza de la CFE, para brindar el servicio público de energía eléctrica, con la eficiencia prometida pero incumplida por Felipe Calderón.

Por su parte, la dirección del SUTERM está violando el Convenio de Delimitación de Zonas que firmó con el SME en Mayo de 1985, documento que fija las zonas en donde cada Sindicato presta su servicio, el cual establece que la Zona central del país (D.F., Estado de México, Morelos, Puebla, Hidalgo), será atendida por el SME y el resto del territorio Nacional por el SUTERM. Asimismo, la cláusula 22 del Contrato Colectivo de Trabajo del SUTERM también les prohíbe atender la zona de trabajo de LyFC.

Queremos recordarle a Fuentes Del Villar, de la misma manera que se lo hemos dicho a Calderón y al mal llamado Secretario del Trabajo Lozano Alarcón, que la situación jurídica de LyFC y de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo está subjudice (en suspenso), en virtud de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene pendiente resolver el amparo presentado por nuestra organización en contra del inconstitucional decreto de extinción de LyFC, emitido por el titular del ejecutivo, y a que las relaciones individuales y colectivas de trabajo entre el SME y LyFC no se han dado por terminadas.

Debemos comentar que el golpe al SME es un golpe al movimiento obrero, amén de que en la óptica de este gobierno, todos los Sindicatos están en la mira de ser impactados. El SUTERM puede ser golpeado por el Gobierno Federal, en virtud de que tiene salarios y prestaciones muy similares al SME, por lo que la inmovilidad no les ayuda, y mucho menos la complicidad con el Gobierno, para agredir en su fuente de Trabajo a nuestra organización.

Si la SCJN resuelve conforme a derecho en el juicio de amparo, dejaría sin efectos el decreto de extinción de LyFC para que ésta volviera a operar, debiendo reinstalar a los trabajadores, subsistiendo la representación del SME y el Contrato Colectivo de Trabajo.

Por estos motivos, el SME demanda públicamente a Víctor Fuentes del Villar, deje el doble discurso, respete la zona y materia de trabajo del SME, y por lo tanto, se abstengan de realizar labores de esquirolaje que han venido realizando algunos trabajadores agremiados al SUTERM. Asimismo, les exigimos a los compañeros de base del SUTERM, en congruencia con su C.C.T., con el Convenio de Delimitación de Zonas, así como por elemental solidaridad proletaria renuncien a realizar trabajos relacionados con el servicio público de energía eléctrica en la zona central del país. Por nuestra parte, estamos dispuestos a defenderemos nuestra zona y materia de trabajo, tal y como lo hicimos en los años 80.

Al mismo tiempo que denunciamos las acciones claramente violatorias de acuerdos y convenios elevados a categoría de laudo entre el SME, el SUTERM, LyFC y CFE por parte del gobierno federal y de la dirección del SUTERM, advertimos que se ha detonado una nueva bomba de tiempo, pues ahora se pretende llevar a enfrentamientos entre trabajadores de base de ambos sindicatos, de los cuales el responsable directo será Felipe Calderón Hinojosa.

ATENTAMENTE

“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”

México, D.F., a 28 de Junio de 2010.

FERNANDO AMEZCUA CASTILLO

Secretario del Exterior